miércoles, 30 de abril de 2008

Osito Zito, querido amigo, siempre te recordaré


Hoy es un día muy triste para mí: mi compañero de aventuras, Zito, repentinamente dejó de existir. Tengo un dolor muy grande adentro, y va a ser muy difícil reemplazar a este amigo, que torpemente se resbaló y cayó desde una altura de un metro (unas 10 veces su altura). Si leyendo esto hay algún fiscal de la Nación que quiera iniciar de oficio una causa contra mí por homicidio culposo, lo prevengo: tanto la bola Lola, como la campana Ana jamás testificarían en contra mío, así que no gastes energías.

1 comentario:

  1. no!! que terrible!!! no hay palabras de consuelo sobrino...me paso igual el año pasado cuando viaje a nqn y vi mi muñeca marcela arriba del placar tan desmejorada casi sin pelo y sin algunos dedos...y no quedo otra que dejarla ir..a la calle poque ni maia la queria...y si..era mia marcela no importa de quien era antes.
    la tia lau

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