Como toda persona publica que debe cuidar de su imagen, trato de no aparecer en los medios habituales haciendo caripelas graciosas, que son sacadas de contexto por las revistas del corazón, y frecuentemente influyen negativamente en la percepción que tiene la gente de una estrella como yo. Sin embargo, hay veces que estos papás me hacen reír, no quiero ventilar intimidades, pero determinadas situaciones rozan lo absurdo y entonces la risa es imposible de evitar, por ejemplo con mi rayo láser de pis, defendiéndome de los enemigos que querían atacarme, o de los torpes intentos por tratar de mantenerme quietito cuando estoy en brazos, sin tener en cuenta que con la fuerza de mis piernas puedo alejar de mi a una persona adulta que quiere besar mi panza. Después de todo, a nadie le hace mal un poco de risa
